Existen
zonas y sustratos que partícula alguna
ha podido iluminar
coordenadas del mutismo
majestuosas, vastas;
impenetrables fosas, cuyas memorias resguardan
ha podido iluminar
coordenadas del mutismo
majestuosas, vastas;
impenetrables fosas, cuyas memorias resguardan
las diásporas secretas que sólo la luna puede mirar
¿es que acaso aquí sucedió un crimen?
manchas de sangre, vidrios y fragmentos de plata
¿es que acaso aquí sucedió un crimen?
manchas de sangre, vidrios y fragmentos de plata
vino ácido escurre, y al parecer,
desde mi estómago abierto de par en par
desde mi estómago abierto de par en par
tantas deformaciones, restos y átomos,
pellejos de una vida que ya no es mía
¿acaso tanto sobra en aquello
que voy mudando de mí?
pellejos de una vida que ya no es mía
¿acaso tanto sobra en aquello
que voy mudando de mí?
ecos
inconexos brillan con fulgor de fuego vivo
incandescente, móvil
me empiezo a quemar
pero no duele: me quiero arder
incandescente, móvil
me empiezo a quemar
pero no duele: me quiero arder
Mi piel recién nacida respira,
A) arde
B) duele
C) suda
A) arde
B) duele
C) suda
se adapta al oxígeno,
y, brillante, vive
A) conoce
B) explora
C) goza
y, brillante, vive
A) conoce
B) explora
C) goza
cartografías
sin trazo
ecos silentes de cantos sin voz
miradas ausentes que hablan en silencio
diciéndose lo indecible sin sonar
territorios in-trazables que no son mudos,
sino silentes, opacos
(al menos para quien no sabe oír)
a lo lejos suena un río Quino indócil,
la cosquilla que el viento hace a las hojas al pasar
en ese territorio cuyo nombre no dejan de robar,
el silencio se ha vuelto una estrategia de vida;
-y no porque no sepa hablar-,
en este territorio con nombre arrebatado
el silencio no tiene tiempo
son los tiempos que le anteceden y suceden
los que le trazan y demarcan,
son los pasados y los futuros
los que temporizan su atemporalidad.
ecos silentes de cantos sin voz
miradas ausentes que hablan en silencio
diciéndose lo indecible sin sonar
territorios in-trazables que no son mudos,
sino silentes, opacos
a lo lejos suena un río Quino indócil,
la cosquilla que el viento hace a las hojas al pasar
en ese territorio cuyo nombre no dejan de robar,
el silencio se ha vuelto una estrategia de vida;
-y no porque no sepa hablar-,
en este territorio con nombre arrebatado
el silencio no tiene tiempo
son los tiempos que le anteceden y suceden
los que le trazan y demarcan,
son los pasados y los futuros
los que temporizan su atemporalidad.
que más se puede hacer sino suspirar
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