un pozo
un abismo
un océano
(todos) imposibles de nombrar
cordilleras kilómetros astros
entre el deseo
y la imposibilidad
cortocircuito irreparablemaldición condición corporal
la finitud empequeñece:
soy sólo otro abismo sin nombrar
un pozo
un abismo
un océano
(todos) imposibles de nombrar
cordilleras kilómetros astros
entre el deseo
y la imposibilidad
cortocircuito irreparablemaldición condición corporal
la finitud empequeñece:
soy sólo otro abismo sin nombrar
no te narcotices, amor
con las cortinas de humo
que te ofrece este mundo
que no es
ni será
nunca el nuestro
no te alegres, corazón
por tu acceso en cuotas
al imperio de lo efímero
y de lo banal
no dejes que te secuestren
esas pulsiones del deseo
que te hicieron soñar sin fatiga
ahora pareces como muerto
amor, no te tapes los oídos
no te cierres el corazón
no te ahogues la alegría
diciendo que son males menores:
el secuestro de la vida
es una tragedia
es el mal peor
de todos los males habidos y por haber
que no son
ni deben ser
nunca demasiado nuestros
tras tu bella sonrisa
gritos hacia adentro
tu alegría medida en cosas
se agota acabada de nacer
deja de aspirar
ese narcótico indetectable
que impide el quiebre de tu inercia
y la presencia de esa ausencia
(que sólo tú sabes bien cuál es)
déjate interrumpir
por el océano incontenible
que duermes cada noche con zopiclona
sin saber por qué
no te narcotices, amor
con las cortinas de humo
que te ofrece este mundo
sabes bien que no hay otra vida
y que no hay cielo:
este mundo, aunque no quieras,
es también el nuestro
Hacemos lugares para la muerte, que no son tanto para nuestrxs muertxs, como para nosotrxs, esxs que afirmamos estar vivxs. Necesitamos poder caminar bajo el sol hasta un lugar en donde sabemos que habita la muerte, que nos ladra sin morder. Y nos vamos paseando por los jardines de la muerte, no para llevarle flores o remolinos, sino para saber que somos todes pasajerxs en tránsito, no sabemos hasta cuándo y nos vamos inventando un para qué. Ordenamos y clasificamos a nuestrxs muertxs, les grabamos fechas y epitafios firmados todos "con amor"; les pedimos favores, les contamos nuestras penas, les lloramos lágrimas amargas, les cantamos alguna canción. Porque la muerte nunca ha estado muerta: si el nacimiento es azar, la muerte es condición. Y necesitamos asumir esa certeza con gotario, construyendo bellos jardines para guardar la muerte en un recinto municipal o privado, con grandes cruces verticales que nos mientan un poco, que le pongan anestesia al arrojo, que nos digan que hay una próxima estación arriba en el cielo y que los patios de muertxs son sólo una sala de espera. Pero la espera sólo puede nacer cuando hay movimiento, detención de algún impulso sobre el cual la espera hace su objeto. ¿Puede esperar algo la muerte? ¿Puede esperar algo la vida? ¿Y qué espera la vida cuando espera? ¿Qué pretende detener?
![]() |
Cementerio de Victoria, IX región de la Araucanía |
tú, que te pretendes humano
la humanidad completa en ti
tú, que te pretendes neutro
absolutamente transparente
en tu ser reposa
esa cosa sociedad
sin raza
sin sexo
sin situacionalidad
dices que en mi ser no hay ser
sólo naturaleza
esa que en algún punto ubicaste
como certeza de inferioridad
héroe que incides en el destino del mundo
tu ética son las tablas de la ley
ley que es para ti y por ti mismo
estatuto universal de humanidad
sos tan obediente a la ceguera
tatuada en tus córneas
que aprendiste a pensarlo todo
como partido a la mitad
en tu mundo polar eres el Uno sin cuerpo
en tu mundo polar nosotras sólo corporeidad
te piensas como razón para la especie
-única, bípeda, fálica-
una especie de comodidad
de tanto mirar tu propia imagen
salpicada en espejos
has quedado ciego
no porque no puedas ver
sino por tu incapacidad
de ver más allá de ti mismo
de comprender razones
que existan en el afuera
de tu Racionalidad
racionalidad de erre mayúscula
tan artificiosa como artificial
ni los cuervos hambrientos
comerían tus ojos ya muertos
si has de cambiar tu vida
arráncate como Edipo los ojos
te invito a un aborto sin causal
con cucharas, con las manos, como quieras
pero sácate esos ojos
tritúralos
quémalos
vomítalos
abórtalos
cágalos
con cucharas, con las manos, sin piedad
abandona tu pretensión
de ser el sujeto punto cero
de esa cosa humanidad
Dicen que a fin de cuentas
porque todo se cuenta
y qué caras las cuentas
todo se ha de pagar:
libertad
tiempo
energía
amor
que cada decisión
sepulta a tantas más
que cada omisión
cierra aperturas
que se diluyen en la tinta innavegable
de la imaginación
libertad
tiempo
energía
dolor
qué cristiana esa condena
de que todo se pague siempre por algo más
si a fin de cuentas no hay más vida que esta vida
y lo que no se vive no se puede pedir para llevar
![]() |
Web serie liberada por el canal del centro cultural NAVE, en NAVE TV https://www.youtube.com/watch?v=XfXCdUH4X0o https://www.youtube.com/watch?v=6cmM8r2kp0U&ab_channel=NAVETV |
¿Cómo se expresa en estos días
una idea de revolución?
¿cuales son sus cómos?
¿cuáles sus qués?
hay amores que se miden por años
(¿Tiene medida el amor?)
otros por meses
(¿De cuántas lunas el mes?)
textura o latitud
(¿Tiene geografía el amor?)
hay amores que se miden por distancias
(¿Hay unidad de medida de la distancia?)
por latencias
(¿Son intermitencias de silencio, de sonido o son las dos?)
por comorbilidad
(¿Afinidad de las patologías psiquiátricas?)
hay amores que se miden por tristezas
(¿qué clase de sadismo es medir en dolor?)
por angustias
(Repito la pregunta anterior)
por la garganta anudar
(Mis enfermedades siempre parten por la garganta)
Pero también hay otros amores
(¿Será que es libre el amor?)
que se disfrutan tanto
(¿Por qué insistir a esta altura del siglo escribiendo sobre el amor?)
que ni siquiera se les alcanza
(Quizá sea esta la única medida razonable)
a medir el amor
(Para medir el amor)
No ando trayendo un lápiz. Por accidente se me quedó sobre la última mesa que usé, que fue la del comedor. No traigo lápiz y se me arrancan los pensamientos. Se me escurre el corazón a cascadas, son tantas las impresiones que me ocurren al pensar, es tan profundo el giro que me provoca, que debo habitarlo en dosis, y registrarlo a gotario. Y son aquellas gotas que escribo, últimamente con tinta rosada, las que me bailan con frenesí, y por más que busco, me lamento al recordar que hoy olvidé traer el lápiz, y que sólo puedo hacer este registro escueto desde la pantalla de un celular donde no estoy yo, donde no está mi tinta, donde no están mis formas, donde no está mi dolor.
El mundo es un lugar tan complejo de entender. Y como éste no acaba de inventarse, nada más ni nada menos que a cada instante -y que ahora que los instantes están cada vez más más más más más más rápidos que antes- vivimos en euforias tristes que apenas están siendo, ya se van a desvanecer. ¿Será que es eso, acaso, lo que nos impulsa al deseo obsesivo de registrarlo todo, hasta aquello que por vano, ni siquiera existió? Tantas actividades, y tan pocas experiencias. Espectacularización de nimiedades, que no son nimias por inútiles, sino por su falsedad. Lo inútil ha de saborearse, hacerle fiesta. Es algo que hay que aprender a prolongar. Pero lo nimio, dispuesto estratégicamente como importante, nos arranca del corazón y de los ojos, esas cosas que nos podrían conmover hasta cambiar. Hasta transformarnos. Hasta cambiarnos la forma de tal forma, que luego de eso nunca hay vuelta atrás. Cuando se muda la piel, lo que se deja sólo existe como resto, como pasados de una persona tan parecida a nosotras mismas, pero que ya no es un yo. No temamos a los abortos y funerales que toda transformación provoca, para que la vida no nos pase ante los ojos sin haber experimentado la detención de la máquina del tiempo. Sin habernos conmovido hasta las lágrimas un día cualquiera, sin ninguna ocasión más que la melancólica conciencia de que la vida no tiene ocasión. De que se escurre a cada instante. De que se escapa tras de sí. De que tomarse este diseño tan en serio, es haber(se) renunciado a crear.
_____ y c c
/´.´´´llll y
/____ llll y
~~ccccceeeeee ____llllll y
/ y
/______y
yyyyyy
yyyyyyy
yyy yyy
eee eee
eee eeee
eee ee
eeeeee LLL
¿qué es una imagen
sino un espejo torcido
hecho de grietas y pedazos
de quien se detiene a mirar?
vengo de una tierra herida
lo que no quiere decir
que esa tierra
no sepa reír
y reír a carcajadas
la herida es sustrato,
c o n d i c i ó n
la alegría está toda, inevitablemente
salpicada en gotas de llanto
pero así y todo
con la cara teñida a claroscuros
y la garganta toda cosida de nudos
sigilosa se dibuja una sonrisa
luminosa como los astros
hermosa como el mar
agradeciendo a la vida
que sin ser un ser
nos haya dado tanto
que y
bordado sueños
nos haya nos haya
horadado tanto
Parque forestal, Santiago de Chile, Julio de 2021. |
Tengo un nudo.
tan grande y profundo
tan atado a mí
que no sé cómo desanudar
No puedo ponerle nombre
a eso que tengo en frente
no tengo palabras para hilar
eso que no puedo
El color del día
la errancia inmaterial
las ausencias de la conciencia
llueve sin agua
sin nubes
sin ley
Me espacio de mí misma
me miro de lejos
con la piel dada vuelta
con la carne al aire
con suturas que no cierran
Hay olvidos
hay creaciones
hay signos
hay sabores
El cuerpo pesa
los ojos también
es difícil dormir
/no quiero
/ni puedo
Ayer estaba tan afuera
y hoy, tan dentro
conmigo muy al fondo
muy por dentro
sin ganas de mucho
sin ganas de nada
Estoy navegando oleadas
en un barco de papel
que se está mojando
que se va a deshacer.
La noche en el centro de Santiago de Chile |
qué cae en las hojas al caer
acaso un organismo
acaso un proceso
acaso un modo de mirar
la vida se resguarda
marchita r
se oculta a
se muere t
y sin aviso b o
vuelve a r
quizá todo sea sólo una caída
libre
infinita
inevitable
cuya destrucción no mata
sino enseña
a besar la tierra lo divino lo inefable
eso que no puede cuajar
nacimiento travestido de muerte
ocaso desteñido de sol
la recta al fin toca sus extremos:
la luz de la tarde ilumina mejor
¿te acuerdas cómo fue
que nos inventaron el alma?
¿te acuerdas cómo se sentía la vida
las lenguas
las tierras
las aguas
cuando no existían los pecados todavía?
¿te acuerdas de nuestros otros nombres
esos que callamos mordiéndonos la lengua
pretendiendo como si La memoria
no estuviese hecha de olvidos selectivos?
¿te acuerdas cómo nos escondíamos entre los montes
(a recordar en secreto)
eso que nos depojaban todos los días?
¿te acuerdas cómo nos arrancaban los ojos
las vísceras
las tierras
las aguas
y casi por accidente
las ganas de obedecer?
entre cerros, algo que perdí
cordillera. mis sentidos.
desnuda. sola.
cuerpo a cuerpo contra mí.
sonido. huella. resto.
arqueología de los dolores
de esa cosa corazón
bajo el polvo y con cincel
aparece lo que no se ha ido
lo que un rayo profundo
ha calado bajo esa cosa piel
el sol. la nieve. la altura.
tanto tarda la espesura
en enseñar a mirar
cordón de montañas
sudar. temer. añorar.
transitar olvidos con olores
en mundos más allá del mar
el ocaso recoge a los vivientes
se alza la luna y pregunto
si aún aúllan lobos totipotentes
al otro lado del amanecer
Mawida |
,hace algunos (varios) años adopté un tipo de escritura a la que se le conoce como imprenta. Nunca supe bien de dónde viene lo im de la imprenta y tampoco nunca me había resultado relevante. ¿De imprecisa? ¿imperativa? ¿importuna? ¿dé donde lo im?
Hoy, escribiendo mis arrebatados pensamientos sobre cosas lentas, mi mano fue cogiendo una velocidad creciente, de esa que sólo puede provenir de la pasión. Poco a poco, la calculada y estilizada imprenta fue desdibujando sus formas de caligrafía de escuela. Cada letra parecía apresurar el tranco para tocarse con su antecesora, que también escapaba de sí. De pronto, la imprenta era tan imprecisa, tan artificial. Su ley de cada letra por sí misma, una al lado de otra, sin tocarse jamás, me resultaba tan absurda.
Mi mano, extasiada en una danza que intenta comunicar ese resto que se escapa siempre, comenzó a manuscribir. Cada letra fundida con otras, en una multitud promiscua que anuncia signos nuevos en palabras tan improvisadas como la polilla que se acaba de posar en mi mano mientras escribo estas ideas sin ninguna finalidad. Ninguna más que hacer memoria de la fugacidad con que se piensa al acto mismo del pensar. Cuando escribo con la mano, siendo mi propia palabra en hacerme gesto, es que escribo con el corazón.
Y esa es la única escritura que puede valer la pena.
![]() |
Natalia Ginzburg. Mi compañera del pensamiento por estos días. |
miro a la madre
profundo
con los ojos tan abiertos
que parecen ajenos
es una niña
con tanto miedo
como ternura
está incómoda
está triste
no sabe cómo dejar
de pedir perdón
la madre me mira fijo
aunque le tiembla el cuello
por todos esos nudos
que hasta hoy
no logra
pronunciar
en el fulgor de sus ojos de niña
trazo aquellas memorias
que no recuerda
yo soy hija
y ella busca en mis ojos
a la madre que
de tan tempranamente arrebatada
no pudo ni abrazar
me he tejido en tantas madres
ninguna de ellas con cordón umbilical
tú, en tantas hijas
sin origen
sin punto inicial
mis madres tienen tantos rostros,
como formas,
son todas tan distintas
como cada ola es única
en el mar
Lucía. |
El pensamiento ha de ser colectivo:
acontecer en soledad, en torres de privilegio
/y de marfil
con la una misma es fácil:
hay sólo autorrespresentación
No hay riesgo
no hay otredad
no hay
a o
b m
no hay pleito i s
Pero, habitar el afuera
con los los poros abiertos
con las fracturas de huesos
con poco y nada resuelto
excediendo a la íntima extranjera
a la imposibilidad de cálculo
a la agonía del nosotres
y al apogeo del ego
atreverse a devenir otra
atreverse a que duela
atraverse a ser libre
atraverse a estar contenta
que no es que no duela
tachar el nombre propio
sin disolverse jamás
fraguarse en un nuestro
que no es de nadie
pero que somos nosotres
por fin.
Liturgia corporal - Colectivo DESperformance. VII versión del Festival de Arte Erótico, Parque Quinta Normal, Santiago de Chile, Diciembre 2020. |