Para Rodrigo
hay días en que tengo
humo pegado en los ojos
y no puedo ver más
que lo que tengo anidado dentro
¿crees que la subjetividad está dentro?
me preguntó el otro día una amiga en el puerto
no, no lo creo, y por eso la angustia
de quedarme obligada mirando dentro
los días como hoy que tengo ojos de niebla
porque lo que miro allí es un abismo impropio
difícilmente transformable con las ideas
o inclusive con una revolución
ya no me desespero
o de eso me convenzo
he aprendido a ser paciente
y a escribir con los ojos de mis orejas
acompañada de Liszt
la angustia es por el piano que me suena
en el sótano del corazón
mientras espero a que disipe la niebla
que pase rápido esta noche diurna
hasta que el ánimo me vuelva a amanecer
y de pronto llegas tú
que reconoces cada huella de mi voz
y te acercas a abrazarme, generoso,
sin jueces ni preguntas
y lees lo que escribo
me lo recitas en voz alta
como para recordarme a mí misma
la voz filosa que puedo tener
pero que cuando tengo niebla se me olvida
porque me hundo sin motivo en un pantano oleoso
pero tú con tu voz dulce
me lees lo que escribí en la mañana mientras era otra
y me dices que está marxista
se me dibuja una sonrisa
y aunque sigo triste
de pronto tengo ganas de escribir
y de leerte
te leo a la Camila Sosa Villada
porque ella sí que es una espadachín de las palabras
su lengua más filosa que la mía me inspira como si hubiera encontrado maestra
y te leo su izquierda trans
nos conmovemos les dos
y entiendo de repente
se me hace diáfana
la revolución que haces cada día
queriéndome así, como me quieres
quiéndome como soy
como no soy
y de pronto este poema que era un salvavidas
acabó siendo un poema de amor
No hay comentarios:
Publicar un comentario