quiero ir a dormir la siesta
pero me inquieta
no entender
qué acaba de pasar
la extrañeza de saber
que esta es tierra fértil
para el horror
para el olvido
que una mentira vale más
que mil verdades
que el dinero puede más
que lo que sea que escriba acá
después de todo
la verdad no vende
no tiene buen merchandising
en un oasis neoliberal
nos duele el sueño perdido
del país que no fue
¿es posible consolar acaso
un dolor así?
quiero irme a dormir la siesta
para olvidar lo perdido
pero su huella imborrable
se tatuó como convicción
el país que no fue desfilará
en nuestras memorias
susurraremos a les niñes
cuál fue nuestro sueño común
y aunque de la tierra seca
el pasto vuelve a brotar
también lo hace la maleza
tan abundante por acá
las semillas germinan a oscuras
subterráneas antes de brotar
y aunque invisibles están vivas:
¿será por ellas que no puedo descansar?
Un país herido Fotografía tomada en el primer aniversario de la revuelta popular |
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