jueves, junio 09, 2022

Crecimiento de un San Pedro

 

A diferencia de nosotres, que pretendemos una completa reposición de los efectos que los cuerpos vivientes experimentan producto de la acción de la vida -y que hasta nos inventamos las más sofisticadas tecnologías para hacerlo-, los San Pedro aprenden a crecer a pesar de sus heridas y deprivaciones. Jamás regeneran aquellos tramos en donde las huellas de la sequía o deshidratación marcaron su memoria, su trazo inevitable, en tanto han sido parte del proceso histórico de conformación de su forma. La reposición nunca es del todo, no hay una forma original a la cual volver. No hay naturaleza ni esencia, sólo hay movimiento, que siempre tiene un desde y un a-pesar. No es reparable la fractura: está vuelta condición. Y como condición, sólo puede aprender a buscar haces de luz en otras esquinas, deformándose todo lo que sea necesario para no morir.




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