jueves, junio 23, 2022

zeitgeist

 

con los pies bien hundidos
en la catástrofe irreversible
las grietas de la tierra se expanden

las redes del micelio
que siempre allí
de pronto se nos hacen visibles

¿es que ha cambiado el ojo?
¿es que ha cambiado la luz?

cuánta potencia tiene
la conciencia cierta
de la muerte

tantos cables y aún desconocemos
las conexiones que siempre allí
tantos aparatos con luces
e incapaces de un fuego prender

matamos a un dios para ponernos en su lugar
parece que nunca lo matamos
olvidamos muy rápido a Narciso
y su premonición epocal

cuánta conciencia tiene
la potencia cierta
de la muerte

¿es que ha cambiado el foco?
¿es que queda poca luz?

se borra el delineado de las formas
este nunca fue nuestro reino

tantas cortinas de humo
tanto espectáculo de la estupidez
empezó el conteo y no sabemos
qué carajo hacer



Ainil: tierra de belleza oscura - junio de 2022

Un bosque que no se deja de mover - junio de 2022






jueves, junio 09, 2022

Crecimiento de un San Pedro

 

A diferencia de nosotres, que pretendemos una completa reposición de los efectos que los cuerpos vivientes experimentan producto de la acción de la vida -y que hasta nos inventamos las más sofisticadas tecnologías para hacerlo-, los San Pedro aprenden a crecer a pesar de sus heridas y deprivaciones. Jamás regeneran aquellos tramos en donde las huellas de la sequía o deshidratación marcaron su memoria, su trazo inevitable, en tanto han sido parte del proceso histórico de conformación de su forma. La reposición nunca es del todo, no hay una forma original a la cual volver. No hay naturaleza ni esencia, sólo hay movimiento, que siempre tiene un desde y un a-pesar. No es reparable la fractura: está vuelta condición. Y como condición, sólo puede aprender a buscar haces de luz en otras esquinas, deformándose todo lo que sea necesario para no morir.