martes, septiembre 21, 2021

jardines de la muerte


Hacemos lugares para la muerte, que no son tanto para nuestrxs muertxs, como para nosotrxs, esxs que afirmamos estar vivxs. Necesitamos poder caminar bajo el sol hasta un lugar en donde sabemos que habita la muerte, que nos ladra sin morder. Y nos vamos paseando por los jardines de la muerte, no para llevarle flores o remolinos, sino para saber que somos todes pasajerxs en tránsito, no sabemos hasta cuándo y nos vamos inventando un para qué. Ordenamos y clasificamos a nuestrxs muertxs, les grabamos fechas y epitafios firmados todos "con amor"; les pedimos favores, les contamos nuestras penas, les lloramos lágrimas amargas, les cantamos alguna canción. Porque la muerte nunca ha estado muerta: si el nacimiento es azar, la muerte es condición. Y necesitamos asumir esa certeza con gotario, construyendo bellos jardines para guardar la muerte en un recinto municipal o privado, con grandes cruces verticales que nos mientan un poco, que le pongan anestesia al arrojo, que nos digan que hay una próxima estación arriba en el cielo y que los patios de muertxs son sólo una sala de espera. Pero la espera sólo puede nacer cuando hay movimiento, detención de algún impulso sobre el cual la espera hace su objeto. ¿Puede esperar algo la muerte? ¿Puede esperar algo la vida? ¿Y qué espera la vida cuando espera? ¿Qué pretende detener?



Cementerio de Victoria, IX región de la Araucanía



miércoles, septiembre 08, 2021

profanación



                                             desea ese instante en que el pensamiento se ve

                                                                                                   interrumpido


                                                 (y aparece el poema)*


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*expropiado de una columna de Julieta Marchant

 

domingo, septiembre 05, 2021

Sácate los ojos

tú, que te pretendes humano
la humanidad completa en ti

tú, que te pretendes neutro
absolutamente transparente

en tu ser reposa
esa cosa sociedad

        sin raza
        sin sexo
sin situacionalidad

dices que en mi ser no hay ser
sólo naturaleza
esa que en algún punto ubicaste
como certeza de inferioridad

héroe que incides en el destino del mundo
tu ética son las tablas de la ley 

ley que es para ti y por ti mismo
estatuto universal de humanidad

sos tan obediente a la ceguera
tatuada en tus córneas
que aprendiste a pensarlo todo
como partido a la mitad

en tu mundo polar eres el Uno sin cuerpo
en tu mundo polar nosotras sólo corporeidad

te piensas como razón para la especie
-única, bípeda, fálica-
una especie de comodidad

de tanto mirar tu propia imagen
salpicada en espejos
has quedado ciego

no porque no puedas ver
sino por tu incapacidad
de ver más allá de ti mismo

de comprender razones
que existan en el afuera
de tu Racionalidad

racionalidad de erre mayúscula
tan artificiosa como artificial
ni los cuervos hambrientos
comerían tus ojos ya muertos

si has de cambiar tu vida
arráncate como Edipo los ojos
te invito a un aborto sin causal
con cucharas, con las manos, como quieras

pero sácate esos ojos
tritúralos
quémalos
vomítalos
abórtalos
cágalos

con cucharas, con las manos, sin piedad
abandona tu pretensión
de ser el sujeto punto cero
de esa cosa humanidad





viernes, septiembre 03, 2021

A fin de cuentas

 

Dicen que a fin de cuentas
porque todo se cuenta
y qué caras las cuentas

todo se ha de pagar:

libertad
tiempo
energía
amor

que cada decisión
sepulta a tantas más
que cada omisión
cierra aperturas
que se diluyen en la tinta innavegable 
de la imaginación

libertad
tiempo
energía
dolor

qué cristiana esa condena
de que todo se pague siempre por algo más
si a fin de cuentas no hay más vida que esta vida
y lo que no se vive no se puede pedir para llevar