miro a la madre
profundo
con los ojos tan abiertos
que parecen ajenos
es una niña
con tanto miedo
como ternura
está incómoda
está triste
no sabe cómo dejar
de pedir perdón
la madre me mira fijo
aunque le tiembla el cuello
por todos esos nudos
que hasta hoy
no logra
pronunciar
en el fulgor de sus ojos de niña
trazo aquellas memorias
que no recuerda
yo soy hija
y ella busca en mis ojos
a la madre que
de tan tempranamente arrebatada
no pudo ni abrazar
me he tejido en tantas madres
ninguna de ellas con cordón umbilical
tú, en tantas hijas
sin origen
sin punto inicial
mis madres tienen tantos rostros,
como formas,
son todas tan distintas
como cada ola es única
en el mar
Lucía. |