domingo, enero 15, 2017

La Noche del Encuentro (creación etílica colectiva)


Sobre las laderas de tu cuerpo,
las patas del desamparo vierten vinagre
en los estómagos malditos,
y de lo profundo de mi alma, aquí estoy.

Estoy frío, frío como tus ojos ese día
que cada día se me va olvidando un poco.
Los paraderos del infierno son casas
de un color negro que casi no sabe a nada.

Trascendíamos en conversaciones que rimaban,
mientras con risas y sin ceños,
jugábamos a hacernos los ingenuos
sabiendo que todo en lo que creíamos era falso.

Las tinieblas se vuelven cantos de un sol que no tiene corazón,
devolviendo la mano a los karmas adquiridos
que tantas veces pesaron en nuestros inconscientes.

Ojos, boca, nariz, piel, manos,
pies, cuello, lengua
y boca otra vez.