martes, enero 28, 2014

En Braille


En la oscuridad de la mitad de la noche, lentamente, tus manos buscan mi cuerpo; siguen los rastros de mi tibieza para así alcanzarme y con un deseo que es mutuo y consentido, tocarme. Subes por mis muslos, tus yemas apenas tocan mi piel, sin embargo sólo basta ese toque para yo sentir tu calor y quemarme. 

Te detienes en mis caderas, por varios segundos haces de ellas tu morada. Con tus dedos dibujas mis crestas ilíacas, para luego con tus palmas abrazarlas. Tu pulgar derecho, que siempre ha sido más curioso, se dirige por el centro de mi abdomen hacia mi ombligo, en donde le esperan tus labios que me besan dulcemente. Usando mi esternón de carretera, sigues subiendo con tus manos rastreadoras hasta llegar a mi busto, que se quema por ti. Tus palmas exploradoras y delicadas abrazan y moldean mis pechos, como si siempre hubieran sido tuyos, así como en otra vida pasada y esta noche tan sólo se reencuentran otra vez. No puedo verte, está muy obscuro, sólo puedo sentirte: sentir tus manos hirvientes, tu respiración suave pero fuerte, tu aliento, tu presencia, la tibieza de todo tu ser.

 Lentamente te devuelves por mi centro hacia mis costillas, como queriendo abrirlas hacia los lados con la fuerza de tus pulgares, y así llegas hasta mi cintura, la cual tomas con fuerza, como si desde allí pudieses tomar mi alma más fuerte. Tu suavidad empieza a mezclarse con una pasión que me estremece toda y me aleja completamente de Morfeo. Ya estoy despierta. Tus manos han retomando su antigua ruta central, para subir hasta mis clavículas y dirigirse así hacia mis hombros, tomándolos con fuerza, mientras los besas también. Ahora acaricias mi cuello, mientras comienzas a tatuar un camino de besos desde allí hasta mi boca. Besas mi frente, mi nariz, mis pómulos, mi boca, mi mentón, una ceja, mi boca, otra ceja, una oreja, mi boca, otra oreja, mi boca, mi boca, mi boca, mi alma, mi boca. Tu mano izquierda se aloja en mi cuello mientras la derecha, ferviente expedicionista, sale a recorrer mi piel entera, dibujando mis contornos y mi silueta, como si estuvieras haciéndome a tu parecer. Mi cuerpo deseante se quema y anhela la fundición al rojo vivo.

Con tu brazo derecho me rodeas toda, acercándome con viveza hacia ti. Ya estando nuestros cuerpos muy pegados, intentas rodearme entera, me abrazas, me aprietas con fuerza, como si así lograses que nuestros cuerpos se fundan en uno al punto de que ya ninguno sepa quién es quién. Nos besamos en un beso hondo, profundo y largo, que parece eterno, tanto en tiempo como en espacio. Tu lengua húmeda y traviesa escribe poemas en mi lengua. Un quejido. ¿Fue tuyo o fue mío? Instintivamente extiendo mi cuello hacia atrás, como si así me expandiera en forma infinita. Mi pelvis te busca con danzas, cada movimiento es una posibilidad de encontrarte en una forma nueva.   Me tocas con una tierna urgencia y desesperación, que me hace creer que tienes ojos en las manos. Te toco entero,  necesito tu transitoria posesión, entrar en tu piel, hacer míos tus tatuajes y habitante. Me tocas entera y me aprietas como si de eso dependiera la existencia, como si desde mi cuerpo fluyese agua y tú, sediento en un desierto, murieses por beber. Soy agua, tú me bebes desde mi húmeda flor. Eres un ciego y yo tu sistema Braille, soy un libro y si no me tocas no puedes leer. Cada recoveco de mí te da una señal, una nueva palabra, un nuevo gemido. Me lees como a un mapa, sigues mis señales para acompañar mi camino a mi límite corpóreo, a mi explosión material. Te entrego mis palabras prohibidas,  mis verbos censurados, mis adjetivos reprimidos. Mi cuerpo en braille te entrega todo de mí, sin esconder nada, sin dejar nada a la imaginación. Dos cuerpos desnudos, leyéndose juntos,  quemándose como uno. 



lunes, enero 20, 2014

Mosaico Intertextual



Hay besos que se dan con la mirada
hay besos que se dan sólo las almas
y las almas se van acercando
En mis labios te sé, te reconozco,
se han besado tu vida y mi vida.
En la melancolía y la desesperanza
tus manos son mi caricia, mis acordes cotidianos.
Te quiero porque tu boca sabe gritar rebeldía,
pero hay algo mejor aún: ¡tu alma!
(y tu corazón caliente)
(y tu corazón caliente)
(y tu corazón caliente)
Tú, mi desventura y mi ventura,
inagotable y pura,
quiero tocarte, verte.
Muero de mi cuerpo y de tu cuerpo,
transfusiones eléctricas de sueño y realidad
de tu desbordada pasión.
Como en un libro, puedo lo que callas en tu frente leer
siento hacia mí venir tu pensamiento
Sabes lo que yo ignoro
Eres como un milagro de todas horas
Estás conmigo siempre: te tenga o no te tenga
Mi boca y mi lengua se formaron para decir tan sólo tu existencia
porque tan solo existo porque existes ¿qué es, sino eres tú?
(Recuéstate en mis labios)
Ambos, libertos, como mariposas
dos esfinges que duermen en la sombra
Quizá en la muerte para siempre seremos,
cuando el polvo sea polvo
mas polvo enamorado.


_________________________

Mosaico confeccionado a partir de los poemas siguientes:

Gabriela Mistral - Besos
Mario Benedetti -Te quiero
Octavio Paz - La Poesía
Alfonsina Storni - Lo inacabable
Gustavo Adolfo Bécquer - Rima LIX
Antonio Machado - Recuerdos
Amado Nervo - A Leonor
Jose Martí - Árbol de mi alma
Francisco de Quevedo - Amor constante más allá de la muerte
Jorge Luis Borges - El enamorado
Jorge Luis Borges - Alguien
Luis Cernuda - Los Fantasmas de Deseo
Luis Cernuda - Contigo
Jaime Sabines- He aquí que tú estás sola
Jaime Sabines - Amor Mío, mi amor...
Jaime Sabines - No es que muera de amor
Federico García Lorca - Deseo
Julia de Burgos - Noche de amor en tres cantos
Julia de Burgos - Para hallarte esta noche
Vicente Huidobro - Altazor: Canto I
Marilina Rébora - Amor, ya no te extraño
Gioconda Belli - En la doliente soledad del Domingo

*Los paréntesis fueron agregados por la autora.